Ciudad de Guatemala (Prensa Latina) El consultor político Helmer Velázquez calificó de entrada en aguas bravas la gestión del presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, al analizar los primeros 100 días de su Gobierno, apenas recién cumplidos.
Por Zeus Naya
Corresponsal jefe en Guatemala
Como lanzado a un mar de tiburones, detalló en declaraciones a Prensa Latina el máster en Investigación, Política y Desarrollo, quien consideró que le quedan mil 360 días ante elementos adversos (propios y ajenos).
Subrayó que se trata de un Ejecutivo con cuadros bisoños en gestión pública y «política de barrio», que pronto chocó con la realidad de este país, un sistema calcado por vicios originados en las dictaduras militares del siglo pasado.
A juicio de Velázquez, la sociedad chapina no termina de superar la corrupción y el cinismo, más bien la «democracia» le agregó formas opacas al quehacer de la toma de decisiones.
Al punto -agregó- que vamos saliendo de un gobierno congraciado con la podredumbre y concentración de poder, que puso bajo su control el legislativo y la justicia sobre la base de la prebenda y la mordida.
«Así Arévalo con un estilo de gobierno calmo, de hacer gobierno, perdió su primera pelea estelar: no logró la renuncia de la fiscal general (Consuelo Porras)», afirmó el abogado de profesión.
La también jefa del Ministerio Público -amplió- continúa en su poltrona y en alianza con viejos poderes articulados al sistema de justicia, desgastando prematuramente la autoridad del mandatario actual. Sumó que Porras drena la imagen política de Arévalo y asesta un duro golpe al equipo de gobierno al «hacer desaparecer al partido Movimiento Semilla».
Para Velázquez, esta es la mejor muestra de la capacidad de maniobra escasamente legítima pero «legal» de la oposición al jefe de Estado, agazapada en el sistema de justicia, la élite económica y mafias.
PRIORIDADES DE PAÍS
El presidente de Guatemala, por su parte, no logra contener, menos revertir la persecución político-judicial, enfatizó el también director ejecutivo de la coordinación de las organizaciones no gubernamentales (ONG) en el país.
Sigue intacta, los cuadros de la nueva administración en la Procuraduría General de la Nación no han podido demostrar acciones reales para enderezar tal entuerto, remarcó.
El reconocido reportero José Rubén Zamora (fundador del extinto diario El Periódico) sigue preso y los demás procesos continúan su curso, entre ellos, el de la Universidad de San Carlos, aseveró el consultor político.
No hay ningún indicio de transformación, el ofrecido (por Arévalo) diálogo nacional aún no comienza ni se ven señales, reflexionó en sus palabras exclusivas a Prensa Latina.
«El deterioro institucional sigue imparable, obviamente no atribuible a los 100 días ni al Ejecutivo, pero es una realidad que no hay indicadores de que la cosa vaya a cambiar», comentó.
Una mirada al Tribunal Supremo Electoral es suficiente para preocuparse del futuro inmediato, planteó, mientras indicó que la violencia común y el costo de la vida siguen al alza, como castigo para los más pobres.
Mencionó que el Programa del Adulto Mayor se mantiene incólume, «no hay avisos de reforma para beneficiar a los ancianos más desprotegidos en el área rural e indígena», señaló Velázquez.
Por último, mencionó el enredo sin gracia en que se metió por puro gusto Arévalo, con la elección de gobernadores departamentales, con un elemento positivo, el diálogo Movimiento Campesino, Autoridades indígenas – Gobierno, reconoció.
Abrió una perspectiva halagüeña en el plano internacional a partir de sus giras la positiva imagen internacional y, a lo interno, la fluidez del contacto de ciudadanía y binomio presidencial, opinó el entrevistado.
Destacó que la nueva gestión rompió con la «mordida» como forma de facilitar el diálogo Ejecutivo-Congreso de la República. Llamó cuestión de alta relevancia el gabinete paritario, en cambio, decorativo lo del Código de Ética emitido y la Comisión Anticorrupción.
En síntesis, acotó el experto, «arribamos a 100 días de buenas intenciones y poca acción contundente, que marque línea de futuro». En ella -razonó- una alianza con la sociedad a través de sus sectores organizados puede lograrse mediante un diálogo estructurado permanente, con una agenda sobre las prioridades de país.
Ello, refirió, para que permita tomar decisiones que el gobierno transforme en acciones, acuerpadas por la sociedad por medio de las organizaciones sociales, en su más amplio espectro. Así -precisó a esta agencia de noticias- blindaría los movimientos de la administración nacional en favor de la democracia y el bien común.
Ampliar la base social decisoria posibilitaría a la sociedad jugar su papel histórico, incidir en las determinaciones que afectan su vida y aislar a complotistas y corruptos, concluyó Velázquez.
EL DISCURSO
En una céntrica avenida capitalina, en el mismo lugar donde hace más de un año como abanderado del Movimiento Semilla divulgara su plan de Gobierno, Arévalo expresó el 23 de abril que llegaron al cargo sabiendo que los retos eran muchos.
Entre ellos, estimó de más importante el combate a la corrupción, y sostuvo que los fondos públicos en el pasado alimentaban las estructuras políticas podridas. «El orden, la limpieza no se alcanza de la noche a la mañana y estamos caminando entre trampas y precipicios», acentuó el político de 65 años, sociólogo de profesión, escritor y exdiplomático.
Como resultado presentó la denuncia de grandes casos de corrupción, como el contrato de las vacunas Sputnik contra la Covid-19, del aeropuerto internacional La Aurora o el de las escuelas Bicentenario.
Adelantó que seguirán muchas más, en tanto resaltó la eliminación de más de mil 300 plazas que no tenían ninguna razón de ser, fantasmas que funcionaban como vale de canje para compra de voluntades políticas. Aseguró que «no descansaremos hasta lograr, por la vía legal, la destitución de esta amenaza a la democracia», en abierta referencia a la fiscal general.
Dentro de su prioridad por garantizar la paz y seguridad, significó la desarticulación de 39 estructuras criminales y más de 518 presuntos extorsionistas. «El ataque contra esa problemática y otros delitos permitieron una reducción de la tasa de homicidios del 13 por ciento, comparada con el mismo periodo de 2023», insistió Arévalo.
El jefe de Estado mencionó, en otro orden, el esfuerzo consistente en volver a poner el nombre de Guatemala alto en el mundo. Como avance enalteció el regreso de los atletas locales a los Juegos Olímpicos bajo su bandera e himno patrio, y la serie de intercambios con «aliados muy importantes».
«Una de las exigencias más sentidas de las familias guatemaltecas es ver mejoras sustanciales en la educación de nuestros niños», repasó el mandatario. En tal dirección, ponderó el cambio del opaco seguro escolar privado por algo mejor, un programa de salud con el cual más de tres millones de alumnos del sector público se beneficiarían.
Recibimos un sistema golpeado por la corrupción y el desabastecimiento de medicamentos intencional que buscaba sabotear el éxito de nuestra gestión, añadió. También, que ha tenido que hacer frente como gobierno a una de las temporadas de incendios más fuertes en la historia de Guatemala.
Arévalo, junto a la vicepresidenta Karin Herrera, inició su mandato enfocado en el combate a la corrupción, a la delincuencia, el fortalecimiento del Ejecutivo y a la recuperación de la economía.